01
Para tener una discusión productiva acerca del estado actual de la disciplina y de sus posibles campos de operación, es necesario primero explicitar (o reconocer) las posturas personales.

Si todos somos técnicos, sustentables, sociales, colaborativos, responsables con los presupuestos, activistas,  preocupados de los problemas constructivo/estructurales, formales pero estratégicos, preocupados de los programas y del contexto, de las normas, del patrimonio, de la interacción social, de la belleza & composición, de la cultura local pero también de la política internacional y sus efectos en la ciudad, de lo prefabricado y lo rural, lo industrial y lo artesanal, del aporte del arte visual y de la antropología; eficientes e históricos, diagramáticos y genéricos, posmodernos y modernos, etcétera, etcétera etcétera… entonces, no hay ninguna discusión posible.

Por esto es que los invitamos a conversar acerca de sus posturas personales.

02
Una vez que definieron una postura personal frente a la disciplina… la segunda pregunta:

¿Es posible hacer práctica a partir de esos intereses/postura disciplinar?

¿Lo han intentado?

¿Cuál ha sido el resultado?

(Sería ideal contar con su honestidad ‘brutal’ en este ultimo punto)

03
Otra forma de presentar el  punto número 2:

¿Cómo entender una relación entre lo que podríamos llamar “la disciplina” de la arquitectura y el mundo en que su práctica está situada?

04
Si logramos conversar acerca de los puntos anteriores en 20 minutos, y se producen silencios incomodos se puede sumar una reflexión sobre lo que podríamos definir como “la ciudad” – “lo urbano” –“lo colectivo” – “la interacción social (sea física o virtual)” o alguna noción que se encuentre entre todos los conceptos anteriores.