De la interacción entre el sonido y el espacio surge la dimensión del espacio sonoro, que trasciende el funcionalismo de la arquitectura acústica hacia una implicación social, estética y política del espacio sonoro como medio para generar prácticas críticas espaciales y sonoras.
Proponemos composiciones, instalaciones y performances del espacio sonoro utilizando grabaciones de campo, activación de sonidos por medios acústicos y electrónicos, retroalimentaciones lentas y reverberaciones de convolución, que se utilizan para explorar y analizar nuevas narrativas sociales y políticas a través de la escucha.
Los casos de estudio para la experimentación son un tanque de carbón y una torre de enfriamiento de una central abandonada en Bélgica, una cisterna de inundación y un refugio antiaéreo de la guerra civil en España, y dos tanques de petróleo de la Segunda Guerra Mundial en Reino Unido, con reverberaciones 5-80 segundos, espacios sonoros que apoyaron al mundo en el que vivimos hoy, o que son un efecto de las voluntades políticas y económicas del mismo.
Nuestra investigación identifica dos tipos de espacios sonoros: el espacio creado por el sonido y el sonido creado por el espacio. El espacio sonoro se puede crear y / o percibir de ambas formas. El objetivo es investigar el concepto contemporáneo de espacio sonoro en las prácticas críticas del arte y la arquitectura sonora.
En el arte sonoro, el espacio sonoro puede entenderse como el tono de la habitación, como el ruido de fondo que siempre ha estado ahí a lo largo de la historia. En arquitectura, es la dimensión acústica del espacio que habitamos. Los sonidos y los lugares dan forma al mundo en el que vivimos hoy. Una escucha crítica de los espacios sonoros contemporáneos promueve la conciencia de las fuerzas que nos configuran.
La interacción entre el sonido y el espacio a través de prácticas críticas espaciales y sonoras, nos permite revelar los espacios sonoros de estos edificios y, al hacerlo, crear un diálogo con ellos.