Escenas interactivas realizadas por los estudiantes Gabriel Alarcón, Christian Araneda, Daniela Barria, Pamela Bustamante, Rodrigo Burgos, Gonzalo Carrasco, Edgard Carreño, Sandro Chamorro, Kevin Colimil, Ignacio Painen, Rafael Pizarro, Yennifer Quintana, Tomás Salinas, Alejandro Sanz, como parte de los talleres ‘¿Qué pasa cuándo la mina cierre?’ y ‘Cuadernos de paisaje’.
TERRITORIOS EN CONFLICTO
Construcción de un contra relato de la arquitectura nacional en zonas de conflicto ambiental
La incertidumbre que suscita el destino de los paisajes extractivos tras su eventual cese de actividades, abre camino para una serie de futuros posibles rearticulados desde estrategias de remediación ambiental colectiva. A partir de herramientas como la especulación y la representación, los talleres de investigación ‘¿Qué pasa cuándo la mina cierre?’ y ‘Landscape Ledgers’ dirigidos por la académica e investigadora Linda Schilling, buscan proponer cómo vivir en paisajes dañados por el prolongado sometimiento a los efectos de la extracción. Introduciendo a las y los estudiantes en el uso de instrumentos de gestión ambiental públicos, dichos talleres tienen como objetivo promover una mirada crítica en torno a la disciplina, promoviendo el rol activo de la arquitectura como articuladora entre los diversos agentes presentes en un territorio.
Esta instancia académica se posiciona también como apuesta por desmitificar el progreso técnico que actúa en perjuicio de las comunidades próximas a pasivos ambientales, sumándose así al esfuerzo movido por el proceso de reestructuración a nivel nacional del marco legislativo que determinó la construcción de narrativas hegemónicas. Posicionándose de manera crítica frente a la responsabilidad que ha tenido la disciplina en la ocupación inequitativa y desequilibrada del territorio, el proyecto ‘Futuros Post Extractivos’, dentro del cual se desarrollan ambos talleres, busca revertir esta condición y colaborar así en la lucha por la justicia ambiental. En este contexto, el taller ‘¿Qué pasa cuándo la mina cierre?’ realizado en 2021, se centró en el levantamiento de antecedentes enfocados en el desarrollo de un ejercicio especulativo plausible en torno a la atomización de pasivos ambientales desde los oficios presentes ya en el Valle de Choapa. Tomando como punto de partida los supuestos desarrollados por la antropóloga Anna Tsing en ‘The Mushroom at the End of the World’, el taller se suma a la invitación a mirar hacia los alrededores en lugar de hacia adelante, alejándose del paradigma extractivista para buscar en su lugar aquellos rastros capaces de esbozar futuros menores.
La segunda versión del taller titulado ‘Landscape Ledgers’ (Cuadernos de paisaje), realizado el primer semestre del 2022 titulada, se enfocó en la representación a través de diversas técnicas de las transformaciones que ha sufrido el paisaje local. Como parte del proyecto de investigación ‘Territorios en conflicto: Construcción de un contra-relato de la arquitectura nacional en zonas de conflicto ambiental”, el taller se basa en los Estudios de Impacto Medioambiental (EIA) para visualizar los conflictos socioambientales en base al registro realizado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). La interrogante que le da el nombre al curso, a su vez, abre una vía para repensar de manera colectiva tanto los detritos del pasado industrial, como los modelos que en su minuto les dieron vida desde una nueva manera de relacionarnos.
The uncertainty that faces the fate of extractive landscapes after their eventual cessation of activities opens a way for a series of possible futures rearticulated from strategies of collective environmental remediation. Using tools such as speculation and representation, research Studios ‘What happens when the mine closes?’ and ‘Landscape Ledgers’ led by academic and researcher Linda Schilling, seek to propose how to inhabit landscapes damaged by the effects of prolonged extractive activities. By introducing students to the use of public environmental management tools, these Studios aim to promote a critical approach to the discipline, promoting the active role of architecture as an articulator between the various agents present in a territory.
This academic instance seeks also to demystify the technical progress that acts to the detriment of communities close to environmental liabilities, thus joining the effort moved by the restructuring process at the national level of the legislative framework that determined the construction of hegemonic narratives.Taking a critical stance on the responsibility that the discipline has had in the inequitable and unbalanced occupation of the territory, the ‘Tools to See Otherwise’ Studios, seek to reverse this condition and thus collaborate in the struggle for environmental justice. In this context, ‘What happens when the mine closes?’ held in 2021, focused on the gathering of background information focused on the development of a speculative exercise around the atomization of environmental liabilities from the activities already present in the Choapa Valley. Taking as a starting point the theories developed by the anthropologist Anna Tsing in ‘The Mushroom at the End of the World’, this Studio adds to the invitation of the author to look towards the surroundings instead of forward, moving away from the extractivist paradigm to look instead for those traces capable of outlining minor futures.
The second Studio –’Landcape Ledgers’– held during the first half of 2022 entitled, focused on the representation through various techniques of the transformations that the local landscape has undergone. As part of the research project ‘Territorios en conflicto: Construcción de un contra-relato de la arquitectura nacional en zonas de conflicto ambiental’ (‘Territories in conflict: Construction of a counter-narrative of national architecture in areas of environmental conflict’), the Studio is based on the Environmental Impact Assessments (EIA) to visualize socio-environmental conflicts based on the registry carried out by the National Institute of Human Rights (INDH). The question that gives the course its name, in turn, opens a way to collectively rethink both the detritus of the industrial past and the models that once gave them life from a new way of relating to each other.