La Ruta CH-160, camino a Coronel, es expresión del abandono neoliberal. Es sitio de una explosión urbana carente de planificación, de un urbanismo compuesto de rejas, monocultivo, pasarelas y pasos sobre nivel; de paraderos aislados y expuestos, de juegos infantiles oxidados, sitios baldíos y peladeros. De una urbanización que arrasó los humedales y dejó a sus nuevos habitantes sin más servicios que supermercados y un par de outlets, como si la vida no fuera más que un discurrir entre el traslado hacia el trabajo y el consumo.
El objetivo de la residencia y de la muestra es dimensionar, desde el cuerpo, la magnitud del extractivismo humano en la “ruta de la extracción” y traer a Coronel y la Ruta 160 al centro de la discusión medioambiental, señalándolas como zona de sacrificio.