Los órganos de un ser humano anónimo yacen dispersos en una copia virtual del espacio expositivo, ahora devenido en contenedor, acompañados de los restos inmortales de Simón Bolivar y otras figuras difíciles de resolver.
La muestra -compuesta por pinturas tradicionales, dibujos, cables y una copia digital de la galería, refiere por cierto a experiencias personales y colectivas acontecidas durante el último tiempo: la fragilidad del cuerpo individual, la fragmentación del cuerpo social y la difícil tarea de abandonar un marco de pensamiento dualista y binario para hacer las paces con un modo de vivir híbrido, tecnológicamente mestizo, capaz de aceptar las diferencias entre lo espiritual y lo corporal, lo virtual y lo material.
Así, las pinturas de la muestra son la base de los modelos digitales de la misma. Los ´pulmones y el corazon funcionan por costumbre, y la visita online de la muestra -vía un streaming continuo accequible desde youtube – no es un sucedáneo de visita presencial; sino un complemento que permite probar esta muestra que hibrida virtualidad y materialidad, que es simultáneamente cosa extendida y cosa pensante. [1]
[1] Tomado de los conceptos Cartesianos Res Extensa y Res Cogitans (Cosa Extendida y Cosa que Piensa), a partir de los cuales Renes Descartes inaugura el pensamiento moderno como un sistema dualista, binario, donde el cuerpo y el pensamiento se definen por separación.