Universidad X en Ciudad Capital. 29 de octubre 2015, 16:45
El arquitecto K se encuentra frente a su escritorio de melamina redactando un correo para el arquitecto J. El sistema de red se cae. Después de varias llamadas a la mesa central de informática, el correo logra ser enviado. Por razones que escapan a la lógica de una universidad privada de un país extremadamente neoliberal, desde hace cinco años se implementa un programa que aplica el conocimiento generado en la academia a comunidades reales y sus respectivos municipios, en pos de mejorar la calidad de vida de dichas comunidades. K invita a J a participar en la primera implementación del programa en la Escuela de Arquitectura.
Universidad X en Ciudad Capital. 3 de diciembre 2015, 17:03
Después de múltiples correos y llamadas telefónicas, la decana M, el arquitecto K y el arquitecto J se reúnen en una sala vidriada de la facultad, luces de neón, piso flotante y cielo de hormigón visto, ya no existe el cielo falso original. J está ahí porque trabajó durante años en otra escuela de arquitectura que titulaba a sus estudiantes a través de títulos prácticos (construidos). Esta escuela, que operaba de manera “poética” sobre el paisaje de la zona central del país, se basaba en la imagen bucólica de la arquitectura como objeto situado sobre paisajes rurales de corte radical: parte de la tradición heredada de una renombrada escuela de arquitectura situada en la costa. M le propone a J hacerse cargo de los proyectos de título de la escuela bajo el nuevo programa. Lo que se quiere con esta iniciativa es generar proyectos de título construidos, no sobre paisajes rurales de ensueño, sino que en barrios socialmente vulnerables de la Ciudad Capital. La condición política del proyecto de arquitectura no puede ser olvidada y tampoco la importancia de formar arquitectos conectados con la realidad de un país con una de las tasas de desigualdad social y económica más grandes del mundo.
Club de rayuela de la Población X en Ciudad Capital, 1 de junio 2016, 18:30
Un grupo de estudiantes preparan la primera actividad de acercamiento a la comunidad del barrio. Algunas gotas resuenan sobre las planchas de zinc oxidadas, a través de las cuales se cuela el frío seco de la cordillera. Hay un mapa del barrio, que se despliega como tablero de evidencias en uno de los muros del club. Cualquiera que mirara el mapa pensaría que estamos frente a un barrio modelo dotado de todo el equipamiento necesario para funcionar: una gran cancha de fútbol en el centro rodeada de espacio público, juegos para niños, dos iglesias en las cercanías, dos colegios, un cuartel de policía, un jardín infantil, un club de abuelitos, una sede social recién construida, una estación de bomberos y una serie de conjuntos de vivienda social de diversas épocas. Nada más lejos de la realidad. La mirada totalizante del arquitecto está puesta en cuestión. Los estudiantes no vienen al barrio a especular sobre teorías de diseño urbano o establecer juicios de valor a partir de un plano, vienen a recopilar historias del barrio. Se buscan miradas subjetivas sobre la realidad del lugar narradas por sus propios vecinos, historias que informen a los futuros proyectos comunitarios.
Cancha de fútbol de la Población X en Ciudad Capital. 4 de octubre 2016, 18:30
Una serie de maquetas son desplegadas. Los proyectos, de carácter comunitario, son productos que los estudiantes han co-diseñado con los vecinos. Se escuchan los gritos de los niños mientras juegan fútbol. Alrededor se acumulan algunas botellas de cervezas del partido que se jugó el fin de semana, papelillos de pasta base están dispersos alrededor. Es imposible comprender las dinámicas sociales de un lugar sin introducirse en ellas. El arquitecto J, el arquitecto K y el grupo de seis estudiantes nunca supieron que el mismo día que llegaron a la primera visita del barrio, habían asesinado a una menor de edad al lado de la cancha. Tampoco podían saber que en muchos casos el narcotráfico cumple un rol social más fuerte que la propia policía. De esas cosas la gente no quiere hablar, la arquitectura tampoco.
Población X de Ciudad Capital. 14 de septiembre 2017, 16:17
La decana M, el arquitecto J y el arquitecto K están en el barrio. La primera generación de estudiantes presenta sus proyectos co-construidos con la comunidad. La continuidad y durabilidad de los proyectos públicos puede ser puesta en duda, pero el proceso de trabajo en su conjunto nos plantea la posibilidad de que la enseñanza en arquitectura pueda trascender los modelos clásicos de la arquitectura elitista del país: proyectos transdisciplinares, a través del co-diagnóstico, co-diseño y co-construcción, donde, más que dar soluciones a problemas, se plantean preguntas de carácter socio-espacial. El objetivo: generar procesos complejos de activación ciudadana cuyos alcances traspasen la mera construcción de la obra.
NOTA: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.