En diciembre de 2019 el coronavirus SARS-CoV-2, más conocido como COVID-19, desencadenó una pandemia global, con implicancias y repercusiones en lo local, particularmente en la transformación de los hábitos y la vida cotidiana de las personas. En Chile, durante marzo del 2020 se declaró el Estado de Excepción Constitucional y entraron en cuarentena las primeras comunas de la Región Metropolitana. Dichas medidas provocaron una serie de restricciones a las libertades individuales, con efectos inmediatos sobre los ingresos de personas y empresas, lo que trajo consigo consecuencias devastadoras sobre las economías locales. Esto detonó una crisis alimentaria que afectó a un amplio sector de la población y, en especial, al sustrato socioeconómico medio a medio bajo. En este contexto de crisis, resurgió una práctica espacial crítica de base histórica y de tradición asociativa entre comunidades populares en Chile denominada: La Olla Común. El Taller de Investigación se propuso abordar esta espacialidad como objeto de estudio, durante el curso correspondiente al segundo semestre de 2020.
El Taller de Investigación, es una asignatura que se inserta en el ciclo profesional, pertenece a la línea curricular de proyecto, y se imparte entre el quinto y octavo semestre de la carrera. El propósito de este curso es profundizar en las herramientas de investigación en arquitectura, poniendo foco en nuevas formas de producción espacial de la ciudad contemporánea. El enfoque que el equipo docente entrega a este taller, nace de la premisa Te falta calle, frase de origen popular, que se asocia a una forma peyorativa o burlesca de referirse al desconocimiento y a la poca familiarización con códigos, comportamientos y experiencias, presentes en el espacio urbano denominado: la calle. Este fenómeno de desconexión con lo real, se ha venido incrementado en las últimas décadas, debido al advenimiento de nuevas tecnologías como son los drones o Google Street View, que transforman nuestra manera de observar y estar-en-el-mundo. Estos cambios interfieren y repercuten en las escuelas de arquitectura y procesos de aprendizaje, pero también en ciertos modos de producción arquitectónica. Por lo tanto, el taller se propone salir a la calle.
El objetivo principal del taller se centró en analizar y describir como es la vida de las personas y el espacio de una Olla Común que la alberga. Los objetivos específicos fueron: documentar y representar la producción espacial; Entender la estructura de relaciones de la organización social comunitaria, desde sus actores y sus roles; Explicar los alcances de la olla en el barrio, en cuanto a dispositivo de resistencia, solidaridad e integración comunitaria.
Los alumnos llevaron a cabo el trabajo de campo en las Ollas comunes durante aproximadamente 6 a 7 semanas, tiempo durante el cual, realizaron un voluntariado que les permitió en corto tiempo, construir confianzas con las comunidades. Esta forma de participación les permitió desarrollar estancias prolongadas donde documentaron el cotidiano de las organizaciones, así como también aplicar instrumentos tales como entrevistas y encuestas.
En la última etapa del taller, se llevó a cabo una recopilación de todo el material elaborado y, a través de un trabajo editorial, se elaboraron unas micro publicaciones que tuvieron un doble rol, en primer lugar, correspondieron al producto que se evaluó en la entrega final de la asignatura, pero también, este documento se convirtió en un mecanismo que permitió volver a las comunidades y cerrar el proceso.